30 AÑOS SIN EL CITROËN CX, LA BERLINA DE LUJO AERODINÁMICA QUE SIGUE DEJANDO HUELLA
Citroën dio a conocer el CX 2000 en el Salón del Automóvil de París de 1974. Pronto destacó por su confort, su ergonomía y su comportamiento en carretera, características que le llevaron a obtener, en el año de su lanzamiento, los galardones de “Coche del Año en Europa”, el “Premio a la Seguridad” y el “Award Auto Style”, por su estilo innovador, elegante y dinámico.
El Citroën CX era, ante todo, hijo de su tiempo. La crisis del petróleo de 1973 acabó con la era del combustible barato en Europa, por lo que los fabricantes tuvieron que considerar el consumo de carburante como uno de los factores importantes al desarrollar sus vehículos. El Doble Chevrón apostó por la incorporación de motores eficientes, con tecnologías como el diésel, que proporcionaba consumos más bajos que las mecánicas de gasolina manteniendo prácticamente intacto el placer de conducir. De hecho, superó el reto de ir de París a Niza (930 Km) sin repostar. La aerodinámica no es ajena a esta estrategia, como demuestra el nombre de este modelo, CX, que ilustra la baja resistencia al aire de este vehículo, que se traduce en una reducción en el gasto de energía.
Reconocido por su diseño, obra de Robert Opron, y su aerodinamismo, el Citroën CX es, además, un automóvil revolucionario, tanto en confort como en ergonomía. Su suspensión hidroneumática permitía una corrección automática de la altura y un mejor comportamiento en carretera. Sustituye el chasis tradicional con una plataforma y una carrocería solidarias, que atenúan las vibraciones y el ruido. En 1985, fue el primer automóvil francés que equipó el sistema de frenos ABS. Su extraordinario nivel de confort atrajo una legión de incondicionales. Entre ellos, el expresidente francés Jacques Chirac, que lo eligió para su toma de posesión en 1995 frente a otras alternativas más modernas.